La reciente aprobación en el Congreso de la CURP biométrica y la creación de la Plataforma Única de Identidad ha encendido alertas entre especialistas en derechos humanos y tecnología. Grecia Macías, maestra en Derecho, Ciencia y Tecnología por la Universidad de Stanford, advirtió que esta medida representa un paso más hacia un sistema de vigilancia estatal sin controles ni garantías claras para la ciudadanía.Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, Macías mostró su preocupación ante la consolidación de la cédula biométrica, tras varios intentos en los últimos años de generar este documento único de identificación con datos biométricos.Según la especialista, los datos biométricos —que van desde la huella digital hasta el rostro, la voz o incluso la forma de caminar— no son como otros datos personales, ya que “no se pueden cambiar tan fácilmente”. Esto implica riesgos serios si no existen medidas de seguridad adecuadas.“Desde hace mucho tiempo hemos estado señalando los daños o los riesgos que puede tener el hecho de que una credencial única contenga este tipo de datos biométricos”, subrayó.Macías recordó que no es la primera vez que se intenta implementar esta medida. “Incluso también el presidente Andrés Manuel López Obrador mandó una iniciativa muy parecida hace dos años, y en ese momento hubo resistencia por parte de distintos partidos de oposición y demás, y se mantuvo, por así decirlo, en la congeladora. Y ahora no solo renace la misma iniciativa, sino que viene todavía peor en distintas cosas”.Uno de los principales problemas que identifica es que esta nueva ley no solo exige el registro de datos biométricos por parte de los ciudadanos, sino que obliga a autoridades y entidades privadas a entregar la información biométrica que hayan recolectado.“Crean esta nueva base de datos, la Plataforma Única de Identidad, donde no solo te piden que tú des tus datos biométricos, sino que más bien le van a pedir también a todas las autoridades y a privados que entreguen los datos biométricos que han recolectado de los ciudadanos”.Foto: Archivo CuartoscuroLa abogada también advierte que este tipo de sistemas tienden a excluir a poblaciones vulnerables, como las personas migrantes. “Ya tenemos a una población que queda fuera de esta cédula biométrica: las personas migrantes. Y después te condicionan a que sea obligatoria para poder acceder a cualquier tipo de trámite o servicio. Entonces, ya ahí tenemos un factor de exclusión bastante preocupante”.Pero más allá de la exclusión, el mayor peligro, dice Macías, es el nivel de interconexión que esta plataforma tendrá con otras bases de datos y sistemas de vigilancia.“Lo que quieren hacer es que, cada vez que tu CURP se use, haya un monitoreo en tiempo real para saber cada uno de los trámites, pasos o servicios que estés realizando”.Aunque originalmente la CURP biométrica fue presentada como una herramienta para la búsqueda de personas desaparecidas, Macías alerta que su uso se está ampliando. “Dentro de la misma redacción se pueden observar distintos elementos donde se da a entender que más autoridades, incluyendo el titular de la Guardia Nacional, pueden hacer uso de estas plataformas”.En ese contexto, advierte que la medida “es solo un engranaje más en toda esta maquinaria y esta infraestructura de vigilancia que se ha aprobado en el Congreso en estos últimos días”.“¿Qué pasa con una persona que quiera acceder a un aborto o que quiera recibir tratamientos delicados?, ¿qué va a pasar con esa información?“, cuestionó.Una de sus preocupaciones centrales es la falta de controles, protección de datos sensibles y rendición de cuentas. “No contiene ninguna salvaguarda para limitar la acción de las autoridades ni tampoco algún mecanismo de prevención de abuso. No hay mecanismos de rendición de cuentas para que las personas sepamos quién está accediendo a esa base de datos, cómo se está accediendo, y no se nos notifica en ningún momento que nuestra cédula está siendo monitoreada o que estamos siendo identificados por alguno de estos elementos”.Además, lamentó la desaparición del órgano garante del acceso a la información y la protección de datos personales, el INAI. “No tenemos ninguna forma de pelearlo, porque recordemos que el INAI, quien sería el órgano garante, pues está desapareciendo y ya no tenemos los mismos mecanismos de defensa que teníamos antes”.Macías concluye con una advertencia: “Estamos ante el nacimiento de una infraestructura bastante complicada, con datos bastante delicados, que además no sabemos si pueden caer en manos equivocadas”.Ve la entrevista completa:

No habrá forma de saber quién accede a nuestros datos biométricos, advierte especialista
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