Elon Musk dedicará más tiempo a Tesla y menos a Donald Trump. Para los inversores, eso es una gran noticia, tras el daño provocado por el magnate a la marca de coches por su papel en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Tras anunciar que no dejaría del todo su labor política para “evitar la destrucción de Estados Unidos”, Musk dijo las palabras que los accionistas querían oír. “Creo que probablemente a partir del próximo mes, mayo, mi tiempo dedicado al DOGE se reducirá significativamente”, indicó en una llamada con analistas para presentar los resultados. “A partir del mes que viene, dedicaré mucho más tiempo a Tesla”, apostilló.Las acciones de la compañía se dispararon de inmediato en Bolsa. Llegaron a apuntarse subidas cercanas al 8% fuera del horario habitual de negociación, aunque luego el avance se quedó en el entorno del 5%.El apartamiento no será total, El jefe de Tesla aventuró que seguirá involucrado en cierta medida en las tareas gubernamentales durante “el resto del mandato del presidente”, de cuyos cuatro años solo se han consumido tres meses, pero que pronto dedicará más tiempo a Tesla. “Seguiré dedicando uno o dos días a la semana a asuntos gubernamentales, o tanto tiempo como el presidente desee y mientras sea útil”, afirmó, y añadió que continuará abogando por una reducción de los aranceles.El progresivo apartamiento de Musk de la Casa Blanca era un secreto a voces. “Creo que Elon es genial, pero también tiene una empresa que dirigir, o varias empresas”, declaró Trump a los periodistas a principios de este mes. “No tenemos prisa, pero llegará un momento en el que Elon tendrá que marcharse”, añadió, cuando empezaron a surgir las primeras informaciones al respecto.Desde la toma de posesión del presidente Donald Trump en enero, Musk y sus acólitos se han incorporado rápidamente a las agencias federales, donde tienen acceso a algunas de las bases de datos más sensibles del Gobierno. El DOGE ha contribuido a la reducción masiva de la plantilla federal y ha recortado los programas de diversidad, equidad e inclusión. Musk, como “empleado especial del Gobierno”, solo puede trabajar 130 días al año, teóricamente.Musk ha abierto con ese anuncio una intervención inicial de 18 minutos en la llamada con analistas para hablar del futuro de Tesla. El magnate se convirtió en un lastre para la compañía en el primer trimestre del año. El protagonismo político del jefe de la compañía como asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ahuyentó a los potenciales clientes de la marca. Las manifestaciones ante los concesionarios de la marca, los llamamientos al boicot e incluido algunos incidentes violentos aislados se sucedieron. Todo eso pasó factura a la empresa, cuyas ventas de coches cayeron un 13% en el primer trimestre. Tesla facturó 19.335 millones de dólares entre enero y marzo, un 9% menos ue un año antes, y su beneficio se hundió un 71%, hasta los 409 millones de dólares (unos 358 millones de euros al tipo de cambio actual).Parte de la caída del beneficio se debe a pérdidas con criptoactivos, pero incluso el resultado ajustado, en el que Tesla ha decidido desde ahora excluir ese efecto, se desplomó también un 39%, hasta 834 millones de dólares. Tanto las cifras de ingresos como las de beneficios se quedan por debajo de las previsiones de los analistas. El desplome de los ingresos es especialmente acusado en la venta de automóviles, del 20%, hasta 13.967 millones de dólares, ya que Tesla no solo vendió menos coches, sino que los vendió más baratos, para tratar de animar la demanda con sus promociones. El informe de resultados no menciona a Musk, pero admite implícitamente ese daño a la marca al advertir sobre “el cambio en el sentimiento político”, que “podría tener un impacto significativo en la demanda de [sus] productos a corto plazo”. Por ese motivo, y por los cambios en la política comercial y las distorsiones en la cadena de suministro ―provocadas por la guerra comercial de Trump― la compañía deja en suspenso sus previsiones de ventas y las actualizará tras el segundo trimestre. La mejora de los servicios y del negocio de almacenamiento de energía amortiguan el golpe en la facturación. Su negocio de grandes baterías facturó 2.730 millones de dólares en el primer trimestre, un 37% más. Tesla también obtiene importantes ingresos por la venta de derechos de emisión de CO₂ a otros fabricantes de automóviles. Logró 595 millones de dólares por esa vía, un 35% más que en el primer trimestre del año pasado. Esos capítulos salvaron a Tesla de entrar en pérdidas en el trimestre.

Elon Musk anuncia a los inversores de Tesla que el tiempo que dedica a la política “caerá significativamente” desde mayo | Economía
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