El escrupuloso protocolo vaticano que regula las exequias de un pontífice ya está en marcha tras la muerte de Francisco, este lunes. A lo largo de este martes la Santa Sede ha ido difundiendo comunicados, firmados por el maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias, el arzobispo Diego Ravelli, que han delineado el calendario para los próximos días: este miércoles, a las 9.00 de la mañana, el cuerpo del difunto papa Francisco se trasladará a la basílica de San Pedro para ser expuesto a los fieles durante tres días, miércoles y jueves hasta la medianoche, y el viernes hasta las siete de la tarde. El funeral será el sábado a las diez de la mañana en la explanada de la basílica, un magno evento al que se espera que acudan numerosos jefes de Estado y de Gobierno, como los Reyes de España, el estadounidense Donald Trump, el ucranio Volodímir Zelenski, el francés Emmanuel Macron y el brasileño Lula, entre otros. A partir del domingo ya empezará la cuenta atrás para el cónclave, que será la primera semana de mayo, en una fecha aún por determinar.El Vaticano ha mostrado este martes las primeras imágenes del cuerpo de Francisco en un féretro abierto, colocado en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde ha fallecido el Papa, en la habitación número 201. Estaba vestido con una casulla roja, que simboliza la sangre versada por Cristo y se suele usar en fechas como el Viernes Santo o el Domingo de Resurrección; el palio de lana, tradicionalmente cosido por las monjas del convento de Santa Cecilia, en Trastevere; y una mitra blanca, con el rosario entre las manos. Llevaba el anillo de plata que siempre ha usado desde que era arzobispo de Buenos Aires. El ataúd es simple, de madera y zinc, por petición expresa del Papa, que cambió el reglamento para hacer más sencillo todo el ritual funerario. Por esa razón tampoco se expondrá a los fieles en un catafalco.El último saludo de creyentes y visitantes de Roma es un acto que en anteriores ocasiones ha originado largas filas, especialmente tras la muerte de Juan Pablo II, y que sirve para comprobar por última vez la popularidad de un pontífice. Según pidió en el testamento dado a conocer la noche del lunes, aunque era algo que ya se sabía, Francisco recibirá sepultura, “en la tierra desnuda” y el ataúd se trasladará a la basílica de Santa María la Mayor, en el centro de Roma. El testamento estaba firmado el 29 de junio de 2022, y ya entonces el Pontífice, que sufría problemas de salud, decidió escribirlo “sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena”.A lo largo del día han trascendido detalles sobre las últimas horas de Jorge Mario Bergoglio. Según el portal de noticias vaticano Vatican News, tras asomarse el domingo al balcón de la basílica de San Pedro a dar su bendición a los fieles, el Papa pensó en dar una vuelta a la plaza en el papamóvil, y preguntó a su enfermero personal, Massimiliano Strappetti: “¿Crees que puedo hacerlo?”. Este asintió y de este modo dio su último paseo entre la multitud. Luego le dijo: “Gracias por haberme llevado a la plaza”. Después se retiró a descansar, cenó y se acostó. Se despertó a las 5.30 de la mañana con síntomas preocupantes que requirieron la intervención del equipo médico. Al cabo de una hora, dice Vatican News, hizo un gesto de saludo con la mano a Strappetti, como última despedida, y poco después entró en coma. Falleció a las 7.35. “No ha sufrido, sucedió todo rápidamente”, dice el portal citando fuentes de quien estaba presente en la habitación.En este momento hay dos movimientos en la maquinaria vaticana, el de la despedida, mirando hacia atrás, y el de los planes de futuro, hacia adelante. En este segundo ámbito, los cardenales ya han tenido en la mañana de este martes su primera asamblea de las llamadas congregaciones generales preparatorias del cónclave. Han asistido unos 60 purpurados, los que ya se encuentran en Roma, que generalmente en estos primeros días suelen ser los que trabajan en la Curia y los italianos. El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, los convocó el lunes y tendrán encuentros prácticamente a diario ―el próximo, este miércoles, será a las 17.00―. Pueden asistir los 252 cardenales, es decir, tanto los que votarán en el cónclave —en principio eran 135— como los mayores de 80 años, que no participan, 117. Son reuniones muy importantes, pues en ellas los prelados hablan y debaten con libertad sobre el rumbo que creen que debe tomar la Iglesia, se va dibujando el perfil del sucesor y, de hecho, es el momento en que algunos se dan a conocer en sus intervenciones ante los demás. Hay que tener en cuenta que en el cónclave habrá representantes de 71 países, que no se han frecuentado mucho y no se conocen bien entre ellos.Entretanto, ya se conocen las primeras ausencias en el cónclave, algo habitual en cada ocasión, porque cardenales enfermos o en condiciones frágiles optan por no asistir. Al menos dos han comunicado que no viajarán a Roma, con lo que el número de asistentes baja a 133, y también la mayoría de dos tercios necesaria para la elección papal, que ahora se reduce de 90 a 89. Se trata del español Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia, y el bosnio Vinko Puljić, exarzobispo de Sarajevo, ambos por motivos de salud. Es posible que en los próximos días se registren más bajas.Ha llamado la atención la presencia en la asamblea del cardenal italiano Angelo Becciu, potente exmiembro de la secretaría de Estado que fue destituido por el Papa en 2023 por un escándalo financiero y la oscura compra de un edificio de lujo en Londres, que abrió en las cuentas vaticanas un agujero de 139 millones de euros. Luego fue juzgado por un tribunal vaticano y condenado a cinco años y medio de cárcel, en una decisión histórica llamada a dar ejemplo, pues era la primera vez que se procesaba a un cardenal. Recurrió y el caso está aún pendiente de resolución. Su presencia esta mañana ha sorprendido porque Francisco le retiró sus derechos como cardenal, como el de participar en un cónclave, aunque canónicamente es discutible y hay voces a su favor. Se preveía, de hecho, que fuera un punto conflictivo de la elección y hoy ya se ha planteado la cuestión. La sala de prensa vaticana ha aclarado que “todos los cardenales” han sido invitados a participar en las congregaciones generales, tal como constaba en la convocatoria del decano. Está por ver qué hará al final Becciu, que en una entrevista este martes seguía insistiendo en que tiene derecho a entrar en el cónclave, y sobre todo, qué decisión tomará el colegio cardenalicio.

El funeral del papa Francisco se celebrará el sábado con la presencia de líderes como Trump, Zelenski, Macron y Lula | Internacional
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