La Semana Santa se acerca y la Secretaría de Salud está extremando las medidas de prevención ante una posible propagación del brote de sarampión. Entre enero y marzo, el Gobierno ha vacunado a más de 715.000 personas en un intento de contener los casos, que se han disparado en el último mes y alcanzan ya los 362 confirmados, según ha informado el secretario del ramo, David Kershenobich, este martes por la mañana durante la conferencia matutina de la presidenta. De ellos, la gran mayoría ―347― se concentran en Chihuahua, el Estado que más está sufriendo el embate del brote. Es en este Estado donde se ha reportado el primer fallecido en México como consecuencia de la enfermedad: un hombre de 31 años, sin vacunar y con daños renales, cuyo estado se agravó por la diabetes que padecía. Un 27,9% de las personas contagiadas en el Estado fronterizo han sido hospitalizadas, la mayoría por neumonía.“Hemos contenido los casos alrededor de donde se han diagnosticado pero, a la vez, se ha implementado el programa de prevención en forma muy activa de enero a marzo”, ha dicho Kershenobich esta mañana, que también ha especificado la implementación de un “cerco vacunal”, es decir, se ha vacunado a todos los contactos de personas que se habían contagiado y también al personal de salud. “Sin embargo”, ha incidido, “ha habido casos aislados que tienen que ver con haberse desplazado a zonas de riesgo como Chihuahua”. Hay al menos cuatro casos confirmados en Campeche, otros cuatro en Oaxaca y en Sonora, respectivamente, y en Sinaloa, Querétaro y Zacatecas, uno en cada uno.La alarma saltó hace aproximadamente un mes, cuando se detectaron los primeros 22 casos, 18 en Chihuahua y cuatro en Oaxaca, que ha permanecido estable. Salud lanzó entonces un aviso epidemiológico a todos los hospitales para que mantuvieran la vigilancia, que están extremando ahora con la recuperación de las Semanas Nacionales de Vacunación, unas jornadas intensivas de prevención que no se utilizaban prácticamente desde la pandemia y que se llevarán a cabo entre el 26 de abril y el 3 de mayo.El secretario ha insistido este miércoles en la necesidad de que la gente se vacune, sobre todo ahora que vienen las vacaciones y, especialmente, “las personas que viajan a Estados Unidos, donde hay muchos más casos de sarampión” que en México, ha apuntado. La cuestión fronteriza es un problema de primer orden. Texas padece un brote de sarampión sin parangón en los últimos años. Hasta la fecha, acumula 561 casos confirmados, que ascienden a 712 si se incluye al resto del territorio nacional. Las autoridades han contabilizado siete brotes en total, un estatus que se adquiere a partir de que se localizan tres o más casos de contagio relacionados entre sí, y dos niños han fallecido como consecuencia de la enfermedad: las primeras muertes en menores en 22 años, en una década si se incluye a la población adulta.David Kershenobich informa sobre la situación del sarampión en México durante una Mañanera del pasado mes de marzo. Gustavo AlbertoEl actual brote en Chihuahua, de hecho, tuvo su origen en un viaje a Texas. En sendos lados de la frontera, los casos se registraron en comunidades religiosas con tendencia a rechazar la vacunación, lo que las convierte en blanco de estos brotes periódicamente. Esta vez, sin embargo, la propagación preocupa a los expertos porque las tasas de vacunación han descendido en los últimos años en ambos países y porque, en Estados Unidos, el mayor responsable sanitario, Robert F. Kennedy Jr., ha sembrado la duda, sin ninguna base científica, sobre la potencial peligrosidad de estos tratamientos de prevención, que se han revelado la forma más eficaz de enfrentar la enfermedad. “Provoca todas las enfermedades que causa el propio sarampión: encefalitis, ceguera”, por lo tanto, “las personas deberían poder tomar esa decisión por sí mismas”, dijo el secretario de Salud estadounidense sobre la vacuna el pasado marzo, en una entrevista en la cadena conservadora Fox News. Poco después, sin embargo, se desplazaba a Texas para visitar a los familiares de la pequeña fallecida. Este envalentonamiento de los discursos antivacunas, respaldados por la autoridad política, pueden convertirse en un problema de salud pública regional y global.Son los niños los que se llevan la peor parte. Laos síntomas de la enfermedad se presentan con mayor agresividad en ellos, por lo que son quienes enfrentan mayores riesgos en caso de contraerla. Debido a que se trata de una infección altamente contagiosa, la tasa de inmunización para que una población sea resistente debe estar por encima del 95%, pero en el caso de México, en 2022 y 2023 descendió hasta el 85,8% entre los niños mexicanos de un año (tras haber alcanzado el 99% en promedio en 2021). Entre los de 6 años, la media nacional se sitúa en 82,5% y, para los de 18 meses, en 45,6%, según los datos de la Comisión Nacional para la Salud de la Infancia. En Chihuahua, sin embargo, las cifras descienden considerablemente, hasta un 76,1%, un 78,2% y un 21,2%, respectivamente.El secretario ha recordado que el esquema de vacunación recomendado es la inyección de la triple SRP (contra el sarampión, la rubéola y las paperas) en los niños de uno a nueve años, y de la doble SR en los adolescentes y adultos entre 10 y 39 años, además de entre el personal de salud y quienes han tenido contacto con algún positivo. Según la Organización Panamericana de la Salud (filial de la OMS en el continente), la inmunización contra el sarampión contribuyó a evitar 60 millones de muertes en el mundo entre el 2000 y 2023, seis millones de ellas en América.

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