EL TIEMPO conoció que, aunque el secretario de Gobierno de Pradera, Valle del Cauca, José Dorien Jiménez, no tenía denuncias formales por amenazas, las autoridades centran sus pesquisas en las disidencias de las Farc. Su asesinato, ocurrido en la noche del martes 9 de septiembre en pleno parque principal del municipio, apunta a una retaliación armada de dos estructuras criminales que se disputan el control territorial en el suroriente del Valle.Conmoción en Pradera por el asesinato del secretario de Gobierno de ese municipio. Foto:Archivo particularJiménez fue atacado cuando observaba el partido de la Selección Colombia contra Venezuela en un establecimiento comercial cercano a la alcaldía. Hombres armados lo abordaron y le dispararon a quemarropa. El funcionario murió en el lugar y otra persona, una mujer, al parecer funcionaria de la alcaldía, también resultó herida. LEA TAMBIÉN Los frentes en disputa por el control de PraderaEstas primeras pesquisas señalan como principales sospechosos al frente ‘Adán Izquierdo’, bajo el mando de alias Miller, y al frente 57 ‘Jair Bermúdez’, liderado por alias Óscar Barrera. La última facción es reducto de las disidencias de ‘Iván Mordisco’ que ha tomado fuerza en el último año y mantiene presencia en la zona rural de Pradera y otros municipios del centro del departamento.De acuerdo con las fuentes de inteligencia consultadas por este diario, en Pradera se estarían moviendo entre 15 y 20 hombres armados del frente ‘Adán Izquierdo’, mientras que el Frente 57 controla un número similar de combatientes. Ambos han consolidado su poder en la zona, aprovechando corredores estratégicos que conectan al municipio, con el Cauca y el Tolima.Vocero de las disidencias de las Farc indicó que no hay mesas de negociación con el Gobierno Foto:Ernesto Guzmán/ EL TIEMPOLa rivalidad entre estas estructuras, sumada a la presión sobre las economías ilegales, ha convertido a Pradera en un epicentro de violencia. El asesinato del secretario de Gobierno podría ser un mensaje directo de control territorial y poder político.Las cifras de violencia que preocupanEn 2024 se registraron 34 homicidios en Pradera y en lo corrido de 2025 ya se cuentan 36 asesinatos, un incremento que preocupa a las autoridades locales y regionales. Los investigadores temen que la violencia se haya disparado precisamente por el fortalecimiento de las disidencias en esa región, que buscan no solo dominar el narcotráfico, sino también influir en la vida institucional.Además de los grupos disidentes, bandas delincuenciales locales también aparecen en el radar de los investigadores. Se trata de estructuras de menor tamaño, pero que se han alineado con facciones de las disidencias para garantizar su supervivencia y acceso a rentas ilegales. LEA TAMBIÉN Pradera ocupa una posición estratégica para el movimiento de hombres y armamento. Su cercanía con el Cauca, donde las disidencias han mantenido corredores históricos, y con el Tolima, donde buscan expandirse, lo convierte en un punto clave para la guerra de control territorial. Esa condición geográfica explicaría por qué las estructuras criminales han reforzado su presencia en la zona.De hecho, tanto el frente ‘Adán Izquierdo’ como el 57 han sido señalados en informes de inteligencia de planear ataques coordinados contra la Fuerza Pública y de ejercer presión armada sobre las comunidades campesinas.Entre tanto, las autoridades realizaron un consejo de seguridad, liderado por la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, donde se anunciaron una serie de medidas y una recompensa de hasta 100 millones de pesos por quien de más información lo ocurrido.Se realizó un consejo de seguridad con autoridades locales. Foto:

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