“Me fui unos días de vacaciones a Medellín y fui víctima de una bacteria que había en el ambiente. Yo salí de casa por la mañana bien y, al volver a casa, me faltaba el aire, no podía respirar, me costaba mucho. El médico vino a casa y me ingresaron. Ya no recuerdo nada más hasta muchas semanas después. Lo que me pasaba es que no me llegaba el oxígeno al cerebro, y el poco que llegaba servía para mantenerme con vida”, explicó el presentador Jordi González (Barcelona, 62 años) en el programa Col·lapse de TV3. A principios de este año estuvo tres semanas en coma y casi dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). “Me pusieron antibiótico en vena durante muchos días, pero la fiebre no bajaba y yo cada vez estaba peor. Así que tuvieron que inducirme el coma. Estuve en coma tres semanas”, detalló el catalán el pasado mes de mayo a la revista Semana, cuando hizo público el periplo médico por el que había pasado.Más informaciónEl presentador de D Corazón, programa que copresenta los fines de semana junto a Anne Igartiburu, contó que en el momento en el que empezó a encontrarse mal llamó a su compañera, quien se trasladó al país latinoamericano y consiguió que un médico fuera a visitarle a Medellín. Una vez en el hospital, determinaron que su estado era consecuencia de una bacteria, que no lograban identificar y que a día de hoy tampoco sabe decir cuál es: “Estaba muy estresado, tenía las defensas tan bajas que entró en mi cuerpo”. “Lo que yo tenía era una bronconeumonía bilateral, que es la enfermedad que ha matado al papa Francisco, agravada por una crisis renal”, contó González en la televisión pública catalana, que pasó ingresado allí dos meses. A González le intubaron para alargar un poco más su vida mientras actuaba un antibiótico: “No bajaba de 40 de fiebre, la presión arterial estaba baja y no tenía saturación de oxígeno suficiente”. El presentador mostró la marca de la traqueotomía y su miedo a perder la voz porque es una intervención que afecta a las cuerdas vocales: “Estuve sin poder hablar, tres semanas en coma inducido, un desastre para comenzar el año”. Reconoció, además, que tuvo que aprender de nuevo a comer y que volver a caminar fue todo un reto. Y eso sí, aunque le han explicado cosas, no quiere saber todos los detalles de lo que vivió para no darle muchas vueltas: “La gente de mi familia no tenía toda la información, hablar de ello es volver a vivirlo y no me gusta”. “Yo he cambiado las prioridades de todo y hay cosas que no haré más”, dijo González en la cadena pública catalana, donde también confesó que le habían ofrecido 30.000 euros por hacer esa misma entrevista en una cadena privada. El presentador también expresó a Ricard Ustrell su deseo de volver a hacer radio y volver a la televisión, pero “una tele más de autor”.

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