En el escenario de la disputa mundial que libran Estados Unidos y China, ambas potencias movieron ficha en Argentina la última semana. El jueves pasado, el Banco Central argentino renovó 5.000 millones de dólares del swap chino (línea de crédito que se hace a través de un intercambio de divisas) por doce meses. Este lunes, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, visitó Buenos Aires para elogiar “las audaces reformas económicas” emprendidas por el presidente argentino, Javier Milei, y destacar el encuentro como el punto de partida de las “conversaciones formales sobre comercio recíproco” entre ambos países. Sus acciones estuvieron acompañadas de críticas a China y obtuvieron la respuesta casi inmediata de Pekín, que salió a defender su política en América Latina.Durante su visita, Bessent concedió una entrevista a la agencia Bloomberg en la que acusó a China de firmar “acuerdos abusivos etiquetados como ayuda” con algunos países de África y de endeudarlos y se mostró preocupado porque el gigante asiático repita esa estrategia en Latinoamérica. Pekín respondió este martes a través de un comunicado emitido por la Embajada china en Argentina en el que manifestó su “profundo descontento y categórico rechazo a las maliciosas difamaciones y calumnias realizadas por el secretario del Tesoro”.El Gobierno de Xi Jinping señaló que China acompaña a los países en desarrollo “sin imponer condicionamiento político alguno” y pidió a Estados Unidos que se abstenga de “obstruir o sabotear deliberadamente” la asistencia china por sus intereses geopolíticos. “Esa actitud deja al descubierto el carácter hegemónico e intimidatorio de un proceder inmoral”, sentenció la Embajada en el comunicado.Ambas potencias ya chocaron por el mismo motivo en marzo y de nuevo a principios de abril, cuando el enviado especial para América Latina de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone se mostró partidario de que Argentina ponga fin a la línea de crédito que Argentina tiene con China, el swap. Pekín dejó claro que no va a quedarse en silencio, como hizo en el pasado. “El intercambio de divisas entre China y Argentina contribuye a la estabilidad económica y financiera del país y es bien recibido por el Gobierno argentino”, dijo entonces el Gobierno de Xi Jinping.El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, sale del edificio del Ministerio de Economía, el 14 de abril en Buenos Aires, Argentina. Agustin Marcarian (REUTERS)Estados Unidos ha considerado durante décadas a América Latina su patio trasero y ve con desconfianza la creciente influencia de China en él. El gigante asiático se acercó al continente para abastecerse de alimentos y de materias primas y se ha convertido en un socio comercial ineludible para muchos países de la región, entre ellos Argentina. La relación entre ambos es muy desigual: según datos oficiales, en los dos primeros meses de 2025, Argentina exportó a China bienes por 659 millones de dólares e importó bienes por más de 3.000 millones de dólares.Además de abrir sus puertas al comercio, el gigante asiático se ha convertido en un gran inversor en América Latina. Ha financiado infraestructuras como carreteras, puertos, centrales hidroeléctricas y líneas de ferrocarril en toda Latinoamérica. La mayor preocupación de Estados Unidos tiene que ver con infraestructuras estratégicas —como el megapuerto de Chancay, en Perú— y críticas, vinculadas a energía nuclear, defensa o, como en el caso argentino, la estación espacial china en la Patagonia.Aranceles de TrumpLa guerra comercial declarada por Trump deja en una posición incómoda a sus socios sudamericanos. “Estados Unidos les pide frenar inversiones chinas, pero les da poco a cambio e incluso frena el ingreso de productos a su propio mercado al imponer aranceles”, dice el sociólogo y especialista en geopolítica Gabriel Merino. “China apuesta a su famosa paciencia estratégica. Cuenta con obstáculos, con los intentos de Estados Unidos para disminuir su influencia, pero va a continuar tras sus objetivos porque entiende que es fundamental la cooperación con América Latina”, agrega Merino, autor del libro China en el (des)orden mundial.Pekín ha logrado que Milei suavice su postura. De su negativa “a hacer negocios con comunistas” anunciada en la campaña electoral de 2023 pasó a considerar a China “un socio interesante” que no pide nada a cambio un año después.Para el experto en relaciones internacionales Sergio Cesarin, las escasas reservas internacionales de Argentina impiden que Milei rechace el swap chino, pero sí cree posible que “no renueve el próximo tramo o desarme posiciones a cambio de plata, que es lo que hace falta para estabilizar la economía”.En los días previos a la visita de Bessent, se hablaba de un posible préstamo del Tesoro a Argentina, similar al que concedió a Uruguay en medio de la crisis de 2002, pero no fue así. Sin embargo, la influencia de Estados Unidos ante el Fondo Monetario Internacional fue decisiva para que Argentina obtuviese la semana pasada un rescate de 20.000 millones de dólares del organismo, al que ya adeudaba 40.000 más.La estación espacial administrada por la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites, en Neuquén, Argentina.Gobierno de ArgentinaUna base naval a las puertas de la AntártidaDesde que Milei asumió el poder se ha alineado de forma incondicional con Washington y ha roto así el equilibrio de sus predecesores con las dos potencias en liza. En 15 meses, el presidente ultra ha viajado nueve veces a Estados Unidos, aunque sólo una vez se reunió con su par estadounidense, y ha recibido a funcionarios de la Casa Blanca en Argentina, quienes lo ven como un aliado en la región.La base naval conjunta entre Estados Unidos y Argentina anunciada por Milei en Tierra del Fuego y los acuerdos en materia de defensa firmados en los últimos meses dan cuenta de un acercamiento inexistente con el kirchnerismo. Entre los intereses en auge está la cercanía de Argentina con la Antártida “Argentina pasa a ser un actor importante por el control de los pasos interoceánicos”, dice Cesarin, “parte de la revalorización que se hace de Argentina tiene que ver con esto”.La relación con China corre a otra velocidad. Milei anunció el año pasado un viaje a Pekín que ha pospuesto ya un par de veces y por ahora sigue sin fecha definida.

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